LA CIUDAD DE CEBÚ – El Arzobispo Socrates Villegas, el celebrante principal de la Misa votiva del Espíritu Santo para el Séptimo Capítulo Provincial, desa ó los delegados a preguntarse con toda sinceridad las tres preguntas: “¿Dónde está tu corazón? ¿Dónde está tu alegría? ¿Quién realmente eres tú?” en el inicio del Séptimo Capítulo Provincial.
Él empezó diciendo que para los que no pertenecen a la familia agustiniana, la única frase agustiniana que ellos saben es “Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé… y nuestros corazón está inquieto hasta que descanse en ti.” La utilizó para empezar en preguntar la primera de tres preguntas.
¿Dónde está tu corazón? El corazón que él estaba re riéndose no era el corazón siológico sino a nuestra vida. Él recordó los Capitulares que en el día de su profesión y ordenación, ellos ya dejaron sus corazones al Señor y a la iglesia. Ésta donación del corazón al Señor y a la iglesia deben penetrar cada deliberación, decisión, y determinación que van a hacer durante el Capítulo. Qué los
capitulares sean guiados por lo que el corazón del Señor y la Iglesia late porque eso va ser la dirección que ellos tienen que tomar.
El Arzobispo siguió desa ando los Capitulares con la segunda pregunta, “¿Qué es lo que te hace feliz?” La fuente de su felicidad no debe venir en el número y el éxito de sus ministerios. Sino su alegría y felicidad y lo que sacia su inquietud debe ser la cruz del Señor porque separado de ella, toda felicidad sería temporánea. La alegría perfecta se puede encontrar solamente en la cruz del Señor.
La última pregunta que él dio era, ¿Quién eres tú?” Este ex presidente de la Conferencia de los Obispos Católicos de Filipinas añadió que en la Orden, un religioso puede recibir
títulos como Prior General, Prior Provincial, o Presidente de una universidad. Pero delante del Señor, estos títulos no valen para nada. “Delante del Señor estos títulos no existen porque en la presencia del Señor el hombre es solamente un pecador, pero un pecador tocado por Dios y ahora es hermoso” clari có él. El Arzobispo utilizó el lema en el escudo del Papa Francisco “miserando atque eligiendo” para explicar mejor que el hombre es miserable pero llamado y eligido hacia una vida digna, aunque no es digno.
Tres preguntas pusieron los capitulares en el camino correcto en el inicio del histórico Capítulo Provincial.